Cuando la medicina y la política cobran un sentidoesencialmente humanitario
* Nacido en esta ciudad, en la adolescencia descubrió su vocación hacia la medicina.
* Cursó sus estudios universitarios en la ciudad de La Plata y, a poco de graduarse, se radicó en esta ciudad, para ejercer su profesión.
* Concibe un sentido altamente humanitario de la medicina, el cual es reconocido en esta comunidad.
* Miembro de la Unión Cívica Radical, esta corriente política, por el voto de sus conciudadanos, lo llevó a ocupar el cargo de concejal en varios períodos.
* Fue presidente del Concejo Deliberante de 9 de Julio desde 2005 hasta 2013.
* En la actualidad ejerce la presidencia del Comité de la U.C.R., habiendo asumido luego de la conformación de una lista de unidad entre los diferentes sectores del radicalismo local.
Por todos conocido es, en nuestra comunidad, el sentido humanitario y altruista con que, el doctor Horacio Baglietto ejerce, desde hace casi cinco décadas, la profesión de médico. Por su consultorio pasan diariamente personas de las más variadas edades, siempre con la certeza que no solamente hallarán allí el alivio a una dolencia física; sino, ante todo, encontrarán el consejo certero o la palabra de estímulo de un amigo.
Esa relación tan estrecha con los pacientes se logra, sin dudas, fruto de una larga experiencia y, sobre todo, del ejercicio de una escucha atenta del otro, que conduce a la compresión y a la empatía.
Nacido en 9 de Julio, en la Clínica Oeste, el 6 de abril de 1945, en el hogar formado por Domingo Raúl Baglietto y Marta María Cabrer. Su infancia transcurrió en la zona rural, junto a sus padres, habiendo cursado sus estudios primarios en la Escuela Nº 26. Precisamente su abuelo, durante el gobierno de Perón, había donado una hectárea de campo para la construcción de esa escuela.
Junto a su hermano Julio asistía a la escuela a caballo, en un petiso.
Como sus padres observaron en él cualidades hacia el estudio, pues desde niño disfrutaba del placer de la lectura, decidieron enviarlo a 9 de Julio, a la casa de sus abuelos. El último año de la escuela primaria lo cursó en el Curso de Aplicación, dependiente de la Escuela nacional de Comercio y Anexos,que funcionaba en el antiguo edificio del Colegio Cavallari, en la calle Hipólito Yrigoyen entre La Rioja y Bartolomé Mitre.
Sus estudios secundarios los cursó en la Escuela Nacional de Comercio, en la esquina de San Martín y Libertad, donde egresó con el título de Bachiller, en el año 1962.
Durante los cinco años de la escuela secundaria, vivió en la casa de sus abuelos, don Natalio Baglietto y doña Carolina Chiesa, en la calle Hipólito Yrigoyen entre San Martín y Salta. Por ellos conserva un entrañable recuerdo.
«Mis abuelos -recuerda el doctor Baglietto, en la entrevista mantenida con EL 9 DE JULIO- eran personas mayores y junto a ellos pude aprender muchas cosas, fundamentalmente a respetar a las personas mayores».
«En la escuela secundaria tuve profesores que fueron, ante todo, compañeros. Uno de ellos fue el profesor Ernesto Báncora (‘Chicho’) y también recuerdo con cariño a Ethel Gariboti de Moscato, una profesora recta que nos enseñaba bien. Con quienes fueron mis compañeros de división, aún cuando han transcurrido tantos años, nos continuamos reuniendo todos los años», comenta.
LA VOCACION HACIA LA MEDICINA
Siendo adolescente, el doctor Horacio Baglietto, tuvo la certeza de sentir la vocación hacia la medicina. En esos años, acostumbraba leer libros y artículos que refirieran sobre temáticas vinculadas con esa profesión. Más aún, cuando se encontraba en cuarto año de la escuela secundaria ya tenía decidido abrazar la carrera.
Hacia 1963 ingresó a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de la Plata.
«Siempre -refiere- me interesó la parte humanitaria, la ayuda al prójimo. Vi que la medicina es una de las carreras en las cuales se puede llegar a conocer, en profundidad, a las personas para tratar de serles útil. Esta vocación humanitaria en la que me llevó a decidirme por estudiar medicina, para ser útil al prójimo en algo tan noble como es curar».
De su etapa de formación como médico, fue el doctor Fidel Schaposnik, profesor de Clínica Médica, quien más influyó. El doctor Schaposnik (fallecido en noviembre de 2004) fue un destacado clínico, dedicado a esa disciplina a la que consagró su vocación médica y docente, publicando más de doscientos trabajos científicos, entre ellos textos clásicos como sus obras “Clínica Médica” y “Semiología” que merecieron varias reediciones.
Precisamente, en el servicio de Clínica Médica del Hospital San Martín, donde Baglietto realizó sus prácticas, el doctor Schaposnik era jefe de la Sala Tercera.
El doctor Baglietto recuerda que Schaposnik insistía en la importancia de «tomarse el tiempo necesario para escuchar al paciente porque»,«muchas veces, con la escucha es posible conocer mejor la problemática del paciente y poder encaminarlo y orientarnos hacia un diagnóstico correcto.
Muchas veces, no todos los pacientes que llegan a la consulta tienen una enfermedad orgánica. Esas enfermedades que no se traducen en un método de estudio son aquellas que deben ser tratadas, primero, escuchando al paciente», indica.
LOS PRIMEROS PASOS.
EL REGRESO A
9 DE JULIO
En los años en que, el doctor Baglietto, finalizaba sus estudios universitarios no existía aún la residencia médica; pero, se encontraba el Practicantado rentado, que realizó en los hospitales de Haedo y Magdalena. Asimismo, cursó la especialización en Gastroenterología y Aparato Digestivo y Clínica Médica y, durante cuatro años, ejerció su profesión en el gran Buenos Aires.
En 1972 retornó a 9 de Julio, comenzando a trabajar como médico ad-honorem en el Hospital «Julio de Vedia» donde, un año más tarde, fue nombrado médico de Guardia. Paralelamente, ya había abierto su consultorio particular en su casa paterna, de la calle Salta entre Robbio y Libertad.
Después de ejercer durante muchos años en el Hospital, donde alcanzó el cargo de Jefe de Clínica Médica, se acogió a los beneficios de la jubilación. No obstante ello, en la actualidad, continúa ejerciendo la medicina, en forma privada, en su consultorio, ubicado en la esquina de Libertad y Ramón N. Poratti y en Clínica Independencia.
EL MEDICO DE FAMILIA
Si bien el doctor Baglietto es especialista en Gastroenterología, lo es también en Clínica Médica. Este hecho le permite estar en contacto con muchos pacientes, como médico de familia.
«El médico de familia -explica- es aquel que atiende al adolescente, a los padres, a los abuelos, durante muchos años. Es el que guía a la familia, el punto de vista médico y, a veces, también desde el punto de vista humano, como un consejero. Por supuesto, la medicina, afortunadamente, va avanzando y por este hecho existen las especializaciones. El médico de familia no puede abarcar científicamente los diferentes campos de la medicina, por ello mediante las especialidades puede derivar al médico especialista».
LA POLITICA, SU OTRA VOCACION VITAL
El doctor Horacio Baglietto nació en una familia de cuna radical, tanto por la vía de su padre como de su abuelo. Cuando en tiempos de Ricardo Balbín y Arturo Frondizi la Unión Cívica Radical fue dividida, su padre se inclinó hacia la UCRI, de orientación frondizista.
«Cuando era niño,-rememora- en mi casa se realizaban reuniones, de las cuales participaban algunos correligionarios, entre ellos el director de este Diario, don Antonio Aita, con quien mantenía una gran amistad. Siempre me interesó la política y, sin dudas, ver a mi padre en esas reuniones y escuchar lo que allí se hablaba me motivó a la participación».
Con el advenimiento de la Democracia, en 1983, el intendente municipal Abel Alejandro De la Plaza lo convocó para integrar el Departamento Ejecutivo como Director de Salud. Una de las obras significativas de la gestión, entre muchas otras, fue la fundación de la sala de primeros auxilios para los barrios Villa Matilde, Brasilia y Los Aromos, la cual hoy lleva el nombre del doctor Norman Moscato.
En esa época, había quienes cuestionaban la creación de esa sala en un sector de la ciudad que no estaba todavía poblado. Sin embargo, las autoridades, en un gesto visionario, decidieron construirla, con la certeza de que con el tiempo esa barriada sería numerosa en población.
Durante ese período también fue comenzada la construcción de la sala de primeros auxilios de Barrio Luján. En ese entonces, el doctor Baglietto se desempeñaba también como médico de la fábrica Hilcor y, a su requerimiento, los propietarios de la misma donaron el terreno para la construcción de la sala a la Municipalidad.
En 1987 el doctor Baglietto fue elegido concejal, completando el período hasta 1991. Más tarde, en 1993, volvió con el mismo cargo al Concejo Deliberante hasta 1997.
En 2005 acompañó al actual intendente municipal, doctor Walter Battistella, también como concejal. Desde ese año hasta 2013, durante dos períodos, fue reelegido concejal y, al mismo tiempo, ocupó la presidencia del Cuerpo Deliberativo.
«Pensaba -afirma- que mi carrera política estaba terminando; pero, algunos amigos me vinieron a ver, ofreciéndome la presidencia del Comité de la Unión Cívica Radical. Afortunadamente, se formó una lista de unidad, siendo un gran honor que los afiliados hayan confiado en mi nombre para presidir este centenario partido en este distrito».
EL DEPORTE
El deporte ocupa en su vida un lugar de preferencia. El doctor Baglietto considera que “toda persona, cualquiera sea su edad, debe practicar deporte. Hacer un deporte es muy saludable para el cuerpo; siempre, quien practique un deporte tendrá una vida más saludable”.
En su caso particular siempre ha sentido especial interés por el fútbol. En esta disciplina también tiene sus preferencias a la hora de simpatizar por un cuadro deportivo: a nivel nacional, el Club Atlético River Plate y a nivel local, el Club Atlético “9 de Julio”.
Además, cabe destacarlo, el doctor Baglietto fue el médico, durante varios años, del Seleccionado de Fútbol de la Liga Nuevejuliense de Fútbol. Los acompañó, en tal carácter, durante la gloriosa campaña que los llevó a Viedma.
En La Plata, siendo estudiante, también jugó al fútbol en el equipo del Hospital Español.
Por otra parte, también ha practicado paddle, tenis y otras actividades aeróbicas.
ESCUCHAR, COMPRENDER Y RESPETAR, CLAVES EN EL EJERCICIO DE LA MEDICINA
Antes de concluir la entrevista, resultó ineludible solicitarle, al doctor Baglietto, el consejo hacia los más jóvenes, fruto de su larga experiencia, tanto en el vasto campo de la política como en su profesión.
«Toda persona joven –afirma- que se propone llegar a una meta lo puede lograr; porque, tanto en el estudio como en el trabajo, así como en todos los órdenes de la vida, la constancia tiene un valor muy importante».
«Quienes deseen estudiar medicina, primero deben querer a las personas; es decir, tener en claro el sentido humanístico de esta profesión, buscando primero de comprender y ayudar al paciente. Ver en el prójimo, en el paciente que se acerca al consultorio, a una persona que necesita ayuda», reflexiona.
Al mismo tiempo subraya que, «si un joven tiene respeto y ve a la otra persona desde el punto de vista humano, está dando un paso importante para ser un buen médico; porque, escuchar, comprender y respetar al paciente es fundamental».
LOS JOVENES Y LA POLITICA
El doctor Baglietto está persuadido que “los jóvenes son el futuro de nuestro país, por eso es importante su compromiso con la política”. Concerniente a ello, sostiene que “es importante asumir, para con la política, un compromiso cada vez mayor”.
“La Política –añade- no es una mala palabra. Quizá algunos políticos hacen que la misma no sea siempre bien vista. Sin embargo, el ejercicio de la política es muy noble y, de hecho, me gustaría que cada vez más jóvenes se acerquen para militar en los diferentes partidos políticos”.
Por cierto, tal como lo deja en claro el entrevistado, “militar en política no significa fanatizarse con una ideología; por el contrario, se debe tener siempre respeto por el pensamiento divergente. En una democracia, todas las ideologías son válidas”
“Especialmente los más jóvenes, deben evitar dejarse llevar de las narices por los líderes carismáticos. Para ello es bueno estudiar la ideología y analizar de dónde provienen. Muchas veces, antes se elegía pertenecer a un partido político por tradición familiar, sin embargo, lo ideal sería que los jóvenes escojan a qué partido pertenecer por sus propias convicciones”, concluye.
SU FAMILIA
El doctor Horacio Baglietto constituyó su hogar con
Rosa Palermo, oriunda de la ciudad de La Plata, fallecida hace algunos años. De esa unión nacieron tres hijos: Mariana, de profesión odontóloga; Federico y Luciano. Mariana le ha dado dos nietos, Franco y Julia.
PALABRAS FINALES
Al concluir su labor como presidente del Concejo Deliberante de 9 de Julio, así lo comentó el doctor Baglietto en varias ocasiones, suponía que su carrera política se encontraba concluyendo. Su figura es referencial, así se lo han demostrado no solamente sus correligionarios, sino también muchos otros vecinos que militan en otras fuerzas políticas.
Aún tiene mucho para brindar al contexto político nuevejuliense, precisamente porque ha sabido pensar a la política en su sentido humanitario; porque ha venido a este difícil terreno de la acción para servir a su comunidad, para ayudar; y, sobre todo, porque ha entendido a la política en su sentido más noble.