Pensamiento y acción
* Nacido en esta ciudad, tempranamente sintió su vocación hacia la Filosofía.
* Finalizado sus estudios secundarios, se trasladó a la ciudad de Buenos Aires para usar los universitarios, escogiendo el profesorado en Filosofía.
* De regreso a esta ciudad, ya graduado, además de dictar clases en diferentes establecimientos secundarios y terciarios, ha creado un espacio de reflexión y pensamiento en la Biblioteca Popular «José Ingenieros», desde hace tiempo era.
* Hoy es un joven nuevejuliense que se destaca en su área, un joven intelectual que ha elegido retornar al interior, demostrando que es posible hacer filosofía lejos de las grandes metrópolis.
Desde el año pasado, en que Mauricio Rongvaux ha regresado esta, su ciudad natal, ha sucedido un hecho muy significativo para la cultura de nuestra comunidad. En el ámbito de la Biblioteca Popular «José Ingenieros», ha creado, con el solicito apoyo de la Comisión directiva de esa entidad, un interesante espacio para la reflexión y el pensamiento, para la práctica filosófica.
En efecto, a través de diferentes cursos y seminarios, Mauricio ha tratado temas gravitantes para la comprensión de la sociedad, de la historia, de la tradición, del tiempo actual, del pasado y del presente. Estos espacios han sido motivadores y fueron acogidos con beneplácito.
Mauricio, ha devuelto la comunidad una praxis que, varias décadas atrás, era impulsada desde la misma Biblioteca con los ciclos de conferencias o pláticas que se realizaban y también por la Federación Cultural.
Nacido en 9 de Julio el 7 de enero de 1981, en el hogar formado por padres trabajadores, Susana García y Horacio Rongvaux.
«Viví -rememora en una entrevista con EL 9 DE JULIO- una infancia tranquila, en una familia de trabajo, que tenía las rutinas diarias de cualquier familia. Tenía una vida similar a la de cualquier chico, que jugaba con sus amigos y concurría para participar del fútbol en el Club Atlético».
Sus primeros estudios los cursó en la escuela Nacional Normal Superior mientras que los secundarios en la Escuela de Educación Técnica Nº 2. De esta última ingresó en el año 1999, siendo la última promoción de la modalidad de sexto año, con el título de Técnico Mecánico.
«De esa época -añade-, del paso por la escuela primaria, es importante destacar la calidad docente con que las maestras nos formaban. Eran personas muy comprometidas con su profesión. Recuerdo, entre otras a Naná Sosa, Gladys Failache, María Angélica Truant, entre otras. Era, sin duda, una época muy particular; pues, habían pasado relativamente pocos años desde la finalización de la dictadura y existían determinados discursos que se pronunciaban desde algún posicionamiento».
De su paso por la escuela primaria, Mauricio subra ya, de manera especial, el policlasismo social que existían en las aulas de las escuelas estatales de entonces. «En los cursos -recuerda- compartían el aula hijos de familias muy humildes con otros niños con mejores posiciones económicas. Creo que esa es una situación que nos marcó mucho a todos; sobre todo, si se tiene en cuenta lo que devino la tarde, cuando los hijos de las familias más pudientes, o que pretenden ascender socialmente, comenzaron a ser enviados a colegios exclusivos o de gestión privada».
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UNA VOCACION POR LA FILOSOFIA
Inicio de los estudios secundarios, Mauricio Rongvaux, inició el Ciclo Básico Común (C.B.C.) En la Universidad de Buenos Aires, con el objetivo de inscribirse en la carrera de Biología. Pero, apenas transcurrido el primer cuatrimestre de este año advirtió que interés profesional no marchaba en ese sentido.
Afortunadamente, en una de las materias del C.B.C., Introducción al Pensamiento Científico, tuvo como profesor a la filósofa argentina Esther Díaz. Participar de la catedral de esta docente le permitió confirmar su deseo de estudiar filosofía.
Mauricio ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, casa de la cual egresó con el título de profesorado en Filosofía.
«Pienso -infiere- que, como intuición o como pulsión afectiva, mi interés por la Filosofía se encontraba desde muy chico. Quizá, accedemos a la conciencia de ello cuando ha pasado mucho tiempo o, incluso, cuando finaliza la carrera, ocasión en la cual nos damos cuenta que estábamos interesados desde hacía bastante».
«La presencia de Esther Díaz fue la figura que terminen cristalizar aquello que, en mi, parecía como guardado. Ella nos enseñó que hay otra forma de hacer filosofía, una manera que no se centra solamente en un conocimiento erudito o academicista, que termina siendo un conocimiento endogámico», comenta.
DOS MAESTROS
Mauricio tuvo el privilegio de contar entre los profesores que conformaban el claustro universitario a muchos filósofos que, durante la dictadura militar argentino que exiliarse y, tras la recuperación de la democracia, poco a poco habían retornado al país. Ellos entendían a la Filosofía como una práctica política, una práctica de intervención sobre la realidad que no es una mera teoría.
«En los primeros años -explica el entrevistado- en que me encontraba cursando la carrera me sorprendió grata-mente un profesor, ya fallecido, Oscar Terán, oriundo de Carlos Casares, como hombre del interior me incentivó en el hecho de estar en ese ámbito, de la gran ciudad, que todavía no me resultaba tan familiar para mover». Terán no solamente fue un profesor clave en su formación por el hecho de ser del interior; no fue, principalmente, porque desde su cátedra de Pensamiento Argentino y Latinoamericano, el incentivo a leer las obras de los pensadores argentinos, en clave filosófica.
Otra figura, del pensamiento argentino, que ha influido en la formación de Mauricio es el filósofo José Sazbón, fallecido en 2008, a quien Ricardo Piglia, con justicia, ha definido como “el maestro secreto de toda una generación”.
«Sazbón -dice- fue para cada uno de nosotros un ejemplo de cómo desarrollar una vida vinculada al pensamiento y la acción».
AUTORES Y AREAS REFERENCIALES
La Teoría Ética y la Teoría del Arte estuvieron entre las áreas de pensamiento filosófico de mayor interés. Así redescubrió la riqueza de algunos pensadores que, en esta época, no se encuentran tan en boga o, más bien, no están de moda, aunque sus obras y ideas son sustanciales y de permanente actualidad. Entre los más importantes, se encuentran Walter Benjamin, Georg Lukács y Theodor Adorno,
tanto en la formación universitaria y académica como en las ocasiones en que ha participado de grupos de investigación, esos autores como así también la línea teórica de la Escuela de Fráncfort y de la teoría crítica, lo han acompañado.
León Rozitchner, fallecido hace poco más de tres años, es otro pensador destacado cuyas obras llegaron a Mauricio mucho antes que éste ingrese a la Universidad.
Los campos de interés en Filosofía, para Mauricio, fueron ampliándose, abordando la Teoría del Lenguaje, como elemento para pensar otras disciplinas filosóficas. Sobre todo, en los últimos años, su mayor interés está puesto en la Filosofía Política, desde un abordaje heterodoxo.
Existen muchos prejuicios acerca de la práctica filosófica, como una actividad aburrida, carente de atractivos. Por el contrario, Mauricio contribuyó con su palabra a desmitificar ese
« La Filosofía, sin duda alguna, nace como respuesta a situaciones históricas existenciales; una actividad de intervención crítica, el sentido propositivo. La filosofía no debe convertirse en un conocimiento melancólico; por el contrario, debe representar a la alegría del pensamiento».
EL REGRESO A 9 DE JULIO
Como dijimos en la introducción a esta nota, hace poco más de un año Mauricio regresó a su ciudad natal. Actualmente ejerce la docencia en la educación secundaria y superior. Asimismo continúa coordinando el, ya mencionado, espacio de pensamiento y reflexión que la Biblioteca Popular «José Ingenieros» promociona a través de charlas y seminarios
«Desde 9 de Julio -refiere Mauricio- siempre se ha generado pensamiento, aunque ello no siempre se ha conocido. En efecto, esta comunidad ha sido centro productor de pensamiento. Si bien, cuando muchas veces encontramos una reflexión acerca de los fenómenos locales, éstas parecen venir de fuera, sin embargo, han surgido del seno de nuestra sociedad».
Tal como lo indica, «los cursos y seminarios que se brindan en la Biblioteca sobre Filosofía tienen, de alguna manera, el cometido de recuperar el pensamiento sobre nuestra realidad actual».
«Existe -agrega- una muy buena recepción y, desde el inicio del curso, no dejó de sorprender la participación en las diferentes actividades realizadas. Hay una necesidad vital de comprender los fenómenos que afectan, en la actualidad, a las personas; y, sin duda, la Filosofía puede intervenir en esa interpretación, la cual no siempre tiene que ser, necesariamente, tranquilizadora».
«Muchas veces pretenden hacer aparecer la Filosofía con un toque de romanticismo. En realidad, en menester desprender a la Filosofía de todo discurso de autocomplacencia. El pensamiento de alguien, que la lectura de un autor o una reflexión, nos descoloque, nos cause inquietud, en muchas ocasiones, puede ser saludable, sin caer extremo de generar ansiedades», afirma.
PALABRAS FINALES
Mauricio Rongvaux está realizando un importante aporte a la formación cultural de la comunidad. El último Seminario realizado, acerca de la filosofía y la obra de Armando Poratti, ha constituido un acontecimiento muy significativo.
Desde la filosofía política, Mauricio también milita en una filosofía de la acción. En cierto modo, como lo afirma Maurice Blondel, «la acción es la síntesis del conocer, del querer y del ser, el vínculo del compuesto humano […]; es el punto preciso donde convergen: el mundo del pensamiento, el mundo moral y el mundo de la ciencia; sino se unieran en la acción, todo estaría perdido».
En ese dinamismo de voluntades, que hace interactuar al pensamiento filosófico con la acción, se encuentra Mauricio. Celebramos, que lo haga en nuestro contexto, en nuestra realidad; que lo haga en 9 de Julio, para que su pensamiento también invite a la acción a sus semejantes.