- Durante varias décadas integró más de una decena de instituciones nuevejulienses, de manera siempre activa.
- En la Biblioteca Popular José Ingenieros, como presidente y como integrante de su comisión, trabajo decididamente para concretar la construcción del subsuelo, entre otros emprendimientos edilicios.
- Como presidente de la comisión directiva de la Asociación Italiana ha desarrollado una labor encomiable, siendo, sin lugar a dudas, el dirigente más progresista en la historia de la entidad.
- Gracias a su esfuerzo, no solamente se vio materializada la construcción de la Galería Italiana que hoy lleva su nombre, sino también la continuidad del Teatro Rossini.
- Con la recuperación de la Democracia, en 1983, fue candidato a intendente municipal por el Movimiento de Integración y Desarrollo.
- Hoy es el testimonio vivo de la historia nuevejuliense, pues fue protagonista de muchos hechos importantes se encuentran grabados en su memoria.
El 4 de septiembre, Gildo R. Miglierina ha arribado a sus jóvenes 90 años de edad. Personalidad estimada en nuestra comunidad, en su nombre convergen al siete décadas de historia nuevejuliense de la cual ha sido un protagonista. Quizás un poco los casos, como el suyo, en el cual una persona se dedica por entero a más de una decena de instituciones, de manera simultánea. Ese servicio a la comunidad es el sello más indiscutible categórico de su existencia. Hoy, es un testimonio vivo de nuestra historia, no solamente porque en su memoria se encuentran impresos a fuego un sinnúmero de acontecimientos decisivos que configuran el pretérito nuevejuliense; lo es todavía más, porque Gildo, es un ejemplo de vida.
Orison Swett Marden, en «The Miracle of Right Thought», un librito hoy olvidado aunque no menos actual, afirmaba que «los altos ideales, los elevados propósitos, las nobles aspiraciones, todo cuanto estimula los esfuerzos del hombre, contribuye a mejorar sus condiciones de salud y vigor; en igualdad de circunstancias, vive más tiempo quien más intensamente anhela el bien, porque toda noble aspiración es un perpetuo tónico que estimula las facultades de la mente»… Ciertamente, al recorrer la trayectoria vital de Gildo, puede advertirse cuánto hay de cierto en ello.
Nacido en la ciudad de 9 de Julio, en el hogar formado por Ramón Miglierina y Paulina Maineri, es el séptimo, de nueve hermanos: Petrona, Ramón, «Porota», «Pitín», «Bocha», Anibal, Horacio y Normando.
Siendo casi un niño conoció la importancia que tiene, en la vida, el trabajo. En este sentido, no escatimó esfuerzo en desempeñarse como vendedor de periódicos, con un suelo diario de treinta y cinco centavos. Ese dinero, con absoluta generosidad, lo entregaba su madre para para contribuir al sostenimiento de su hogar, su padre había fallecido poco antes.
EL OFICIO DE ELECTRICISTA
Gildo Miglierina aprendió el oficio de electricista de la mano de don Eugenio Richer, una figura recordar la historia nuevejuliense. En efecto, el 1 de agosto de 1937, ingresó como empleado, a la Casa «Richer», un comercio de productos eléctricos, donde se realizaban reparación de artefactos e instalaciones para ésta energía.
En aquella empresa, cuyas instalaciones se encontraban ubicadas en Libertad entre Mitre y La Rioja, Gildo, realizó las primeras armas como electricista.
Tal como lo recuerda el propio Gildo R. Miglie- rina, en una entrevista mantenida con EL 9 DE JULIO, “Casa Richer estaba instalada en el lugar donde hoy tienen los señores Contarini”.
“El fondo -prosigue- está igual, sólo falta un pequeño galpón, en forma de ‘L’, donde eran arreglados los acumuladores o se fabricaban nuevos. Tenía un torno chico de mano, que se empleaba para hacer resistencias en espiral para calentadores y otros artefactos”.
De la mano de Richer se formaron gran parte de los electricistas que, a partir de 1930, hubieron operado en 9 de Julio, entre otros, Luis y Hugo Bellesi, Fito Scoponi, Armando Ciotti, Oscar Mansilla, Julio Lousteau, Roberto Di Leo, Enrique Cosmelli, Pedro Avalos, los hermanos Garbini, Antonio Conte, José Bajo y Antonio Contratti.
Gildo recuerda a Richer como “un hombre honesto, un hombre de trabajo, un maestro en el oficio de la electricidad”.
«EDISON ELECTRICIDAD»
Entre los primeros trabajos en el oficio electricista, Gildo, colaboró activamente durante la remode- lación del templo parroquial, hoy Catedral de Santo Domingo de Guzmán, en el ultimo cuarto de la década de 1930. También lo hizo durante la edificación del «Quaizel hotel», más tarde «Plaza Hotel», propiedad de don Florentino Valenzuela, en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Bartolomé Mitre. Además, al lado de Luis Bellesi se familiarizó con el manejo de los proyectores cinematográficos, siendo operador en el Teatro «Rossini» y el Cine «9 de Julio».
En 1951, después de trabajar junto a «Perico» Avalos, fundó «Edison Electricidad», la casa que lideró por varias décadas. El nombre del notable inventor se lo impuso como homenaje a quien considera uno de los benefactores más grandes de la humanidad. A su gestión se debe la reincorporación de la placa con que, en 9 de Julio, la Asociación de Electrotécnicos le había rendido tributo y que había permanecido olvidado durante largos años.
Entre las obras más importantes que le cupo emprender en su oficio pueden mencionarse la iluminación de la cancha del Club Atlético «9 de Julio», y la reparación general del sistema eléctrico de las instalaciones del edificio de la curia eclesiástica diocesana de 9 de Julio (ubicada donde actualmente se encuentra el Colegio Marianista San Agustín), en 1957, cuando se aguardaba la llegada del primer obispo.
Asimismo, Gildo, fue representante, como servise autorizado, de importantes firmas de electrodomésticos.
Su oficio le permitió conocer muchas familias nuevejuliense con quienes mantuvo una relación de amistad.
SU LABOR INSTITUCIONAL
Tal como se afirma en la introducción a esta nota, Gildo Miglierina ha formado parte, activamente, de un significativo número de instituciones de bien público, en todas las cuales demostró una fuerte capacidad de trabajo, demostrada con la ejecución de tareas de valía.
Como presidente de la Biblioteca Popular «José Ingenieros», desarrolló una impecable gestión, enfatizando en las refacciones edilicias, como así también para dotar a la entidad de significativos aportes. En la Unión de Padres del Colegio Jesús Sacramentado como así también de la Asociación Cooperadora de la Escuela Nº 3, no solamente fue un integrante más en las respectivas comisiones, sino que dedicó muchas horas de su tiempo realizando trabajos materiales, siempre de manera absolutamente generosa.
El Centro Folklórico «Las Nazarenas» y Coordinadora Nacional de Mutualidades (la que estaba formada por 14 distritos) también lo contaron entre sus eficientes colaboradores.
En 1957, monseñor Agustín Adolfo Herrera había formado la Fraterna Ayuda Cristiana, en la Diócesis de Santo Domingo. Miglierina, junto con otros caballeros altruistas integraron la primera junta rectora parroquial.
En otras ocasiones integró la Federación de Cooperadoras, la Federación de Entidades Mutualistas de la Provincia de Buenos Aires (de la que aún es miembro), la Confederación Argentina de Mutuales, entre otras.
A propósito de cuanto antecede, el 4 de febrero de 1971, en un extensa nota publicada por el periódico «Pregón», se lo definía con justas palabras como: «un hombre múltiple que brinda su apoyo sincero e incondicional, a un numeroso grupo de entidades locales».
«Un nuevejuliense -afirma el artículo periodístico – de larga militancia en entidades de bien público, visitó nuestra casa hace ya unos días, Sus aún jóvenes años, lo muestran con un dinamismo envidiable y una predisposición para el trabajo, propia de un muchacho. Es que para este hombre, la vida significa una sola cosa; trabajar. No sólo en lo que a la faz laboral privada se refiere, en la cual ha abrazado un oficio importante, sino y lo que es más plausible en beneficio de instituciones de nuestro medio…».
EN LA ASOCIACIÓN ITALIANA
Quien escribe esta semblanza ha tenido la ocasión de estudiar en profundidad la historia de la Asociación Italiana de 9 de Julio y su contribución a la comunidad nuevejuliense. Con absoluta convicción es factible afirmar que Gildo Miglierina fue el presidente más activo de esta institución a lo largo de sus 133 años de vida, puesto que su gestión le brindó a la entidad un importante desarrollo, aún en tiempos difíciles.
La construcción de la galería y sus respectivos locales comerciales, innumerables cantidad de refacciones edilicias realizadas al teatro y el sostenimiento de los servicios sociales a los asociados enmarcan un grandioso trabajo es solamente pudo desarrollarlo una voluntad férrea y constante como la de Gildo.
Desde 1978 desempeña ininterrumpidamente el cargo de presidente de la Comisión directiva. Con antelación ya lo había hecho en otros cinco períodos alternados: 1961 a 1963, 1964 a 1966, 1968 a 1969, 1970-1972 y 1974-1976.
En ocasión de celebrarse del 130º aniversario de la Asociación Italiana, Gildo Miglierina, recordó que “la Sociedad Italiana nace con mucho esfuerzo; a la vista están todas las obras realizadas”.
“Para nosotros –dijo- es un orgullo poder seguir adelante, mantener esta obra; porque las instituciones se levantan y cuesta mantenerlas. Felizmente hemos podido mantener nuestros principios y la sala del Teatro Rossini. Hemos pasado por situaciones muy difíciles, pero con gran esfuerzo hemos mantenido esta sala, que fue un orgullo para la comunidad; especialmente en aque lla época en que no había salones en la ciudad y todos los bailes y reuniones sociales se realizaban aquí”.
SU MILITANCIA POLÍTICA
Quizá menos recordada, pero no menos importante, es la trayectoria de Gildo Miglierina en el campo de la militancia política. Siendo joven había militado en las filas de la Unión Cívica Radical, en las épocas legendarias en que el comité se hallaba ubicado en la calle La Rioja entre Libertad y Mitre. Hacía 1945, integró la Juventud Radical y participó de algunas elecciones internas.
En 1956 la Unión Cívica Radical se dividió en dos: la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), presidida por Arturo Frondizi y la Unión Cívica Radical del Pueblo presidida por Ricardo Balbín. Arturo Frondizi, que se desempeñaba como presidente de la UCR, había entablado una estrecha relación con Rogelio Frigerio, quien promovía una versión crítica del radicalismo. Gildo Miglierina adhirió a la UCRI.
Cuando, en 1963, los desarrollistas de la UCRI se separaron para fundar el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), pasó a este partido. En 1983, con el renacimiento de la democracia, el MID propuso a quién nos ocupa como candidato a intendente municipal.
EN EL CLUB ATLETICO «9 DE JULIO» Y EN LA L.N.F.
El Club Atlético «9 de Julio» a lo largo de varios lustros, lo tuvo a Gildo entre sus colaboradores. Tanto así que, hace varios años, la institución lo distinguió con el título de socio honorario.
Durante varios años formó parte de la Liga Nuevejuliense de Fútbol (L.N.F.), primero como asambleísta y, ulteriormente, en el cargo de secretario. Por su iniciativa, se le tributó un merecido homenaje a don José Zabala, destacado dirigente esa organización, cuyo nombre le fue impuesto a la sala de reuniones de la sede social.
SU FAMILIA
La familia de Gildo Miglierina está compuesta por su esposa, Ofelia Gornatti. De esa unión nació su hija, Graciela, esposa de Carlos Renda, quienes le han dado dos nietos, Gilda y Carlos. Ellos, junto a sus bisnietos, son los dueños de los momentos más dichosos en su vida.
PALABRAS FINALES
¿Quién no ha detenido su atención en este hombre que, a pesar de su edad avanzada ostenta hoy un colosal dinamismo?, ¿quién, acaso, no lo ha observado recorriendo las calles de nuestra ciudad, dialogando con sus vecinos, o atravesando el extenso pasillo que forma la galería que hoy lleva su nombre?. Gildo R. Miglierina es, sin duda, uno de los ejemplos más notorios de laboriosidad, generosidad hacia su pueblo, y de entrega constante a favor de las instituciones de bien público. En él, en su vida, en su trayectoria de tantos años, se ha consumado el axioma de Séneca: «Alteri vivas oportet, si tibi vis vivere» (si quieres vivir bien para ti, debes vivir para los demás).